martes, 12 de abril de 2011

El pensamiento en las imagenes.

Cada uno de nosotros puede imaginarse a un hombre y puede también pensar en el hombre.
Imaginarse a un hombre significa referirse necesariamente a su porte, color, manera de ser, etc.; cuando imaginamos a un hombre necesariamente lo individualizamos, nos referimos a un hombre determinado, con características individuales, propias. Para ello nos servimos de las imágenes.
Para pensar en un hombre “No” nos preocupamos si es alto, bajo, gordo, blanco, negro. Al pensar en el hombre tomamos solamente en cuenta las características comunes y profundas, caracteres que son aplicables a todos los hombres, en el pensar del hombre se opera con ideas y conceptos.
La diferencia entre imaginar y pensar deriva del hecho de que en el primer caso operamos con imágenes y en el segundo lo hacemos con conceptos (el concepto es un contenido de la conciencia, fruto de abstracción y generalización.

Las estructuras básicas del pensamiento mas importantes son las imágenes y conceptos. Cuando decimos que “estamos pensando en” nuestro hermano, tendremos una imagen de el, posiblemente su rostro; pero también en su manera de hablar o la fragancia de su loción favorita para después de afeitarse.
Las imágenes nos permiten pensar sin expresarnos verbalmente, también nos permite utilizar formas concretas para representar ideas complejas y abstractas, así pues, las imágenes son parte importante del pensamiento y la cognición.

La creatividad hace referencia a esa capacidad innovadora del hombre que no surge de una deducción matemática o lógica. Que el pensamiento es creativo quiere decir que construimos nuestra realidad de acuerdo a nuestros pensamientos y creencias. Estos pensamientos básicos se forman en la primera infancia, en el nacimiento e incluso en la vida intrauterina. Por eso la búsqueda, identificación y reconocimiento amorosos de los pensamientos y creencias es básico para la transformación de nuestra realidad.







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